¿Por qué las zonas de uso preferente deben estar señalizadas con pegatinas y demás advertencias?
Más aún, ¿por qué tenemos que poner pictogramas de hasta cinco situaciones en las que deberías ceder la zona de uso preferente?
En Puntodis hemos decidido reflexionar acerca de este tema, y es que entidades públicas y privadas siguen pidiéndonos este tipo de etiquetas.
Esto es porque sigue siendo necesario que se indiquen asientos de uso preferente, no es una iniciativa que surge naturalmente de las personas ceder su asiento o su turno cuando hay alguien que lo necesita más.
Además, antes solo necesitabas señalizar con una imagen o un pictograma de SIA (Señal Internacional de Accesibilidad). Pero ahora estas pegatinas han debido extenderse para que las personas amplíen la forma de entender las diferentes necesidades.
Ahora estas señales tienen además el pictograma de una persona mayor que necesita un bastón u otro dispositivo para desplazarse, también embarazadas y hasta una persona que lleva un niño en brazos.
Pero en realidad las situaciones que requieren el espacio de un uso preferente son muchas más de las que puede señalizar una pegatina.
¿La zona de uso preferente es también para ti?
Uso preferente es para personas cuya movilidad, capacidad de desplazamiento u otras razones le impiden o dificultan hacer un trayecto o una espera continuada, de pie.
Esto puede tener muchas razones: puede que hayas tomado un medicamento que afecta a …..? al equilibrio, por ejemplo?, o que te hayas fracturado un miembro y necesites más reposo que la persona que tienes a tu lado.
También están los casos de personas que deben cargar con mucho peso durante un trayecto, o quizás alguien que, sencillamente, acaba de salir de hacer trabajos físicos durante mucho tiempo y está más al límite de sus fuerzas que otra persona que viene de descansar en su casa.
Es posible que una persona joven, que se vea en perfecto estado físico, esté necesitando la zona de uso preferente más que alguna persona mayor en un momento específico.
Existe la idea generalizada de que solo personas con alguna discapacidad demostrada pueden ocupar estos asientos de uso preferente, pero lo cierto es que hay necesidades, e incluso discapacidades, que no están a simple vista.
Todas estas son situaciones que estudiamos a diario durante las evaluaciones y asesorías de accesibilidad en autobuses, estaciones, trenes, salas de espera, aeropuertos, entre muchos otros.
Por eso es tan importante que todos estemos más sensibilizados ante las necesidades de los demás, así como las propias, y usar el sentido común y el sentido de la oportunidad.
Ahora bien, ¿y si entre todas las personas que confluyen en un momento y lugar determinados no logran ponerse de acuerdo?
El personal de conducción, supervisión o gerencia de un espacio en el que hay asientos de uso preferente debe tener formación para ayudar en la toma de decisiones.
Un profesional a cargo, puede ser especialista en conducción, gestión u otras disciplinas, pero también debe completar su formación con conocimientos técnicos acerca de accesibilidad para atender al público.
Solo así puede desarrollar el criterio para distinguir las necesidades, ayudar a encontrar soluciones para las diferentes necesidades del público y, sobre todo, saber cómo atender a personas con diferentes capacidades.
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