Imagina un famoso cuadro de Joaquín Sorolla en arte táctil, una obra que se ha convertido en referencia por su especial percepción de luces, colores y expresiones, interpretados para que un sentido diferente a la vista, como es el tacto, pueda decodificar a su propia manera esos mensajes del maestro postimpresionista.
Este cuadro del que hablamos es el conocido retrato del escritor Benito Pérez Galdós que realizó el pintor en 1.894, y que no solo refleja la imagen que tenemos de uno de los autores que más ha influido en la modernidad, sino que plasma el vestuario, el ambiente, la expresión meditabunda de un momento cotidiano de Pérez Galdós sentado en un banco.
A la hora de apreciar una obra pictórica, los detalles tienen mucho peso y eso debe trasladarse también al arte táctil. Así encontramos en este cuadro accesorios típicos de un hombre del siglo XIX como el bastón, el cigarro con boquilla, en el bolsillo un puro extra y un documento doblado.
Como si fuera un mensaje en clave, detrás de la figura central, un cuadro marino relaciona al escritor canario con el pintor valenciano y el elemento que seguramente los vincula en una profunda inspiración creativa.
Ahora, en términos de la accesibilidad qué requieren personas que tienen visión reducida, ¿cómo interpretar esta obra?
Sorolla en arte táctil tiene que seguir un plan de detalles
Este retrato es una de las piezas centrales en la Casa- Museo Pérez Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria, y además ahora también es un ejemplo perfecto de buenas prácticas en accesibilidad para acercar la pintura a TODAS las personas.
A la hora de abordar este proyecto, nos preocupamos por hacer un trabajo de arte táctil que no se ciñera solamente a separar formas básicas. Este cuadro tacto visual está diseñado para que las personas puedan tocarlo mientras la persona que guía el recorrido describe los detalles más significativos.
Entonces los dedos pueden sentir la forma característica del bigote de Pérez Galdós, seguir el contorno y descubrir cómo llevaba el chaleco, distinguir cada detalle gracias a las diferentes texturas precisamente elegidas para que la apreciación sea fluida.
Planeamos llevar a la persona que toca el cuadro a percibir cada punto relevante de esta obra, por eso va acompañado de una leyenda tacto visual, de forma que pueda conocer también estos detalles con ayuda de guía o no.
Más que un trabajo, es un privilegio decodificar una obra de arte para darle accesibilidad, como también puedes ver en la intervención en la Casa de Colón.
Pero sobre todo, nos inspira contribuir a que la cultura pueda romper las barreras para llegar a las personas con cualquier necesidad en accesibilidad.
Esta meta de inclusión cultural está en nuestro radar combinando tecnología, conocimiento técnico y sensibilidad para aprender a mejorar nuestra entrega cada día.
Por eso es importante que entres AQUÍ y veas todas las posibilidades que hay:
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TODAS las personas deben ser capaces de disfrutar con la mayor autonomía posible de todos los eventos, lugares y opciones que existen en nuestras comunidades.
Si queremos hacer nuestra cultura universal, en Puntodis pensamos que debemos empezar por hacerla accesible.
Y el mejor punto de partida es tu propia experiencia, ¿qué cuadro te parece que debería tener una versión de arte táctil como esta?